Paz!

El estrés es la enfermedad de moda, y los especialistas dan sus opiniones y soluciones, pero yo pienso que si no nos respetamos a nosotros mismos, como obra de Dios, como instrumento suyo, dura cosa nos espera.

Pensar en la paz, requirió de mucho esfuerzo pues en estos tiempos es muy difícil encontrar un momento en el día en que podamos decir que estamos en paz, para muchos queda definida en solo la ausencia de guerra, estar en paz es que no haya conflictos. Sin embargo pienso que el concepto va más allá.
Así como cada cosa que hacemos en nuestra vida, trabajo o escuela, no es única y se compone de una serie de actividades o pasos a seguir, como quien dice una receta; no se trata nada mas de echar las semillas a la tierra y estas crecerán, hay que planearlo, y cuidarlas, regarlas, trabajar por obtener el fruto.
La paz también implica una serie de pasos, o situaciones que armonicen el vivir con el fin de alcanzarla. La paz requiere planeación, pues si vamos por la vida queriendo estar en paz y alegamos o argumentamos contra todo aquel que piensa diferente a nosotros, esa armonía se rompe.
Los argumentos de la paz, deben ser la tolerancia, la igualdad, la justicia, la solidaridad, el discernimiento, y sentido común para la toma de decisiones. Se nutre y alimenta del respeto, del compromiso, de la comunicación. Y del silencio es decir: calla y escucha.
La Paz se hace presente en cada momento del día, en el pan en la mesa, en la dignidad del trabajador que gana su sustento honradamente, en el trato cordial de un empleado público, en los jóvenes que se preparan para ser personas de bien, en el vuelo migratorio de las aves, en un niño que aprende a cuidar un árbol, en un abuelo que sonríe, en la primera siesta de un bebé, en la evolución del ser humano hacia su destino superior, en el progreso de la ciencia aplicada a la salud, en el respeto por el planeta, por lo santo y el respeto por nosotros mismos.
Si somos capaces de ver relejada la obra de Dios en lo que nos rodea, encontraremos paz, la serenidad del creador para caminar por este mundo que cada vez esta más ensimismado. Cantar, alabar o estar felices cuando todo esta bien no requiere de ningún esfuerzo. Hacerlo en medio de los problemas, trae paz, es cuando reconocemos que habrá una solución, que a la tormenta le sigue un día soleado, con un clima agradable. Que cuando la tormenta pase la paz volverá. Cantar en medio de la tormenta te da la seguridad de paz, seguridad y confianza, de que de la mano del creador, la solución es mas pronta y eficaz.
Caminemos en paz, y cantemos en medio de la tormenta, pues la recompensa del sol esta tras las nubes.