En el tintero se me están quedando muchas palabras, cosas que pienso, y que al final del día no escribo, cosas que pudieren ser trascendentes o importantes. Tengo pendiente un post del príncipe azul, ahora si que en relación a lo que escribió John, tengo también algo que decir, acerca de la paz en la tormenta, debo y es necesario platicar, el evento el la macro, el shock que provoco en nosotros ver la morbosidad y curiosidad con la que la gente se acercaba en el centro al ver desfilar una marcha gay, y que dejaban lo que estaba haciendo por correr a ver que pasaba, lo mas dramático que algunos ostentaban pancartas que mencionaban a Jesús, como si el Señor tuviera algo que ver con sus decisiones. Pero a la par decir lo que nosotros estábamos haciendo ahí. El Congreso de Hombres de Acción, del que vamos llegando. Y un par de pensamientos que me rondan esta cabeza loca.
Será tan difícil llevar del pensar al escribir, o al hacer, supone esta acción un movimiento lógico y sencillo, sin embargo, el tintero sigue lleno. Pues aunque la pluma sigue escribiendo, la tinta no se acaba y se sigue llenando. Será mejor que empiece de una vez, y cumplir con mi objetivo, no de vaciar el tintero, sino de darle la oportunidad de que se renueve que se llene de tinta nueva y existan más cosas que escribir.
La experiencia del día trae nueva enseñanza y es necesario escribirla. Por compartir, por decirlo, por la necesidad de gritarlo. Y no dejar que el tintero se derrame sin sentido.
Tengo mucho que decir, o como lo comentamos una madrugada, hay muchas cosas que gritar.
Y yo también se hacerlo.
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