lunes, 14 de julio de 2008

Esperare!

Entre los quehaceres, e infinidad de actividades siempre debe haber tiempo para escuchar.
Y es que en verdad a veces nos aceleramos tanto y nos llenamos de cosas que simplemente oímos a los que nos hablan, los ruidos de alrededor, pero no escuchamos con atención y no sabes si las palabras que recibimos pueden cambiar la vida.
Este fin de semana fue muy ajetreado, tenia mucho trabajo, el proyecto en el que participo en la empresa exigió demasiadas horas, y además teníamos la visita del Director juvenil nacional, el brother Juan Carlos y su familia. Lo cual es una bendición pero eso así los temas a cubrir en la capacitación con ellos eran muy extensos, el tiempo reducido y las exigencias laborales limitaban mi dedicación a este esfuerzo. Hubo un momento el sábado por la noche en que mi cuerpo decía ya no quiero estar de pie, ya déjame descansar. Pero es en medio de esa fatiga, cuando llega una palabra de alivio de parte del Espíritu Santo. Y en experiencia puedo compartirte, de esas veces que tiene algo guardado y que has decidido no compartir con nadie y simplemente un instrumento de Dios, desciende con palabras y te habla acerca de eso que estas guardando y reanima tu pensar, dándote cuenta que El sigue pendiente de ti.

Cuando has dejado de luchar por tus sueños porque parece que te has alejado demasiado de ellos, viene una palabra que los despierta. Y ahora me ha recordado, porque razón estaba yo trabajando tanto.

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