lunes, 22 de diciembre de 2008

Cuento de Navidad


… que mas da, ya estaba despierto y me había perdido toda la fiesta, entre mi enojo alcance a escuchar las risas y la felicidad, pero como era posible tanta felicidad si yo no me sentía bien. Tome mi linterna y emprendí la búsqueda no fue sencillo, estaba frío y la noche particularmente oscura, no quedaban rastros de luna, pero yo conocía muy bien todo el jardín de la casa, y cada uno de los posibles lugares para esconderme o esconder cualquier cosa, solo tenia que poner atención al mapa. Por fin llegue trepe a ese árbol, sentía lo áspero en las manos al aferrarme con fuerza para trepar debía alcanzar aquello que pedí todo el año y lo logre, todavía suena como la primera vez que la toque y el solo hecho de recordar lo que me costo alcanzarla le da mas valor. Por eso digo, la gente cree que no debe luchar y en estas fechas viene nomás a pedir y esperar recibir, No señor nadie va a tomar lo que es mío, ahora mismo voy a entrar a la casa y agarrar a palos a cualquier extraño que quiera apoderarse de lo que tanto me a costado. “Primero Pega, después verigua” decía mi abuela cada vez que alguno de los nietos hacia una travesura agarraba parejo para que nadie solapara las travesuras del otro o anduviera de chismoso. Así que voy pa’dentro y a ver de a como nos toca…

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