jueves, 18 de diciembre de 2008

Cuento de Navidad





… este pueblo no era lo que es ahora, los campos eran mas amplios, en realidad ahora solo decimos pueblo los viejos que quedamos de aquellos años, la ciudad a crecido tanto que están casi encima de nosotros, todos esos hombres de traje que caminan, pocas veces por esta plaza solo vienen por la fama que se ha ganado Doña Juanita con sus Calditos o por las tortas de don Nabor. Pero la mayor parte del tiempo solo pasan en sus feroces carros compartiendo con los que caminamos, la música que ni ellos entienden y dudo mucho alcancen a escuchar. Aun recuerdo cuando sentado sobre esta banca se podían escuchar los cascos de un caballo al acercarse a la plaza.
-Bueno Don Pancho, todo lo que me dice es interesante y se que sus años le han enseñado pero que le parece si dejamos las clasecitas para otro día, ya perdí aquí sentado mucho tiempo y tengo que volver a mis labores, que os jefes no dejan de ser jefes nada mas porque a uno se le ocurre filosofar de la vida. Y aunque mi jefe sea familia, pues los negocios son primero.—
-- ah, que muchacho, siéntate y escucha, debes ubicar tus prioridades, la familia es un tesoro, no puedes ponerla después que tus ganas de hacerte rico, lo material al final se acaba y son las personas, los momentos que vives los que te acompañan siempre, de dura manera lo aprendí yo.—
Si don pancho… tiene razón… (ya levantándose y apresurando el paso) ahí le continuamos luego…
No te dejes atrapar muchacho, recuerda lo bueno y mira al cielo… alcance a escuchar vagamente que Don Pancho decía mientras yo seguí mi camino.
Tengo que volver a mis ocupaciones y no distraerme mas en cosas inútiles, claro que recuerdo aquel día que dijo el viejo, de hecho es la única navidad que recuerdo, mi primera bicicleta, Salí corriendo para estrenarla, ¡Vaya Sanjuanazo que me metí !
Nunca me había trepado yo a una cosa de esas… ja ja! Que recuerdos, pero ese año fue el ultimo que… bueno ahora recuerdo porque lo había dejado de recordar... mejor es no pensar en las cosas que duelen.
Ya se me fue casi toda la tarde, mejor voy a la casa total no tengo que darle cuentas a nadie. Mi trabajo ya esta hecho.
Ahora ya no le debo nada a la vida, lo que tengo me lo he ganado, me costo mucho sufri, pero todo lo que tengo es mio y lo gane con mi fuerza, a mi nadie me puede reclamar nada…
Ah Canijo, quien estara en la casa… yo no recuerdo haber dejado la luz prendida…



para seguir la historia tienen que ir aqui.

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