
Pero aquí sigo, si leyeron el cuento el final llego tarde pero llego.
Les cuento que la navidad fue fructífera, más para mis hijos que para mi pero yo también me divertí, y mucho. En el recuento de los daños, pague el primer choque en moto de Edson, mi hijo mayor, Gracias a Dios no paso a mayores solo un leve golpe y un carro abollado ja ja!. Las desveladas aun me persiguen y como todavía me faltan un par de fiestas pues aun arrastrare el sueño conmigo un rato. Y pues los kilos que llegan el primero de enero y que forman parte de los propósitos de muchos pues debo aceptar que vienen a ocupar mi lista que cosas por desaparecer.
Bueno... ahora vuelvo… tengo que trabajar.
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